Pastas de fruta, dulce nostalgia en estado puro

Pastas de fruta, dulce nostalgia en estado puro

Las pastas de fruta despiertan una dulce nostalgia estrechamente ligada a nuestra infancia. ¿A quién no le entraron ganas de hincarle el diente a estos hermosos cubitos helados de colores maravillosos, bien colocaditos en el escaparate de un pastelero o confitero? Los profesionales lo saben, las pastas de fruta conforman un amplio mundo que atrae tanto a los pequeños como a los mayores, y que queremos explorar o volver a explorar aquí. 

Primero tenemos a esos colores que parecen salidos de un cuento antiguo. A continuación: ¡cómo crujen las perlas de azúcar! y para terminar, llegamos a la textura firme, sabrosa, delicadamente perfumada.
Cada región francesa inventó su propia especialidad. Orleans mete su membrillo (el “Cotignac”) en pequeñas cajas de madera estampadas con el retrato de Juana de Arco. Colmar moldea sus pastas de frambuesa en formas idénticas a la de la fruta. Dijon inventó las "cassissines", pastas de grosella negra con licor. Las deleitosas "guignolettes" de la región de l’Auvergne huelen a Kirsch, los “pavés d’Anjou” tienen un olor a Cointreau, y las pastas de castaña de Tarbes a Ron.

Una página de historia
La tradición de las pastas de fruta se remonta a la edad media, cuando nació la receta de la nada. Cocinar la fruta en masa espesa entonces sólo era un método de conservación de la fruta para consumirla más allá de la temporada. Pero muy rápidamente empezó su sabor a deleitar los paladares finos, y las pastas de fruta de pronto llegaron a las mesas reales. Las más antiguas se cocinaban a base de manzana, pero las pastas de albaricoque marcaron la historia de Francia como las más apreciadas de todas. Durante siglos, se mantuvo secreta la fabricación en los monasterios, antes de pasar la puerta de las pastelerías y de los más famosos restaurantes.
Para que realizar pastas de fruta que sean un éxito a ciencia cierta, Les vergers Boiron propone sus purés de frutas ultracongelados. Mezclas de frutas, mezclas convencionales o más atrevidas, la variedad es infinita, tu imaginación elegirá su camino. ¡Sólo te queda por inventar tu propia especialidad!

Proponemos elementos adicionales en este artículo, así como consejos para obtener pastas de frutas perfectas.